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Preocupación ante la falta de una dimensión regional estructurada en el acuerdo ‎ entre la UE y el Reino Unido  

Los líderes locales y regionales manifiestan su alivio por la firma del acuerdo, pero afirman que entraña grandes pérdidas, incertidumbres y retos para las regiones y ciudades.

En la primera reunión con sus homólogos británicos tras la decisión sobre el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y el Reino Unido adoptada el 24 de diciembre, los políticos locales y regionales de la Unión Europea se declararon aliviados a corto plazo aunque, al mismo tiempo, pidieron cautela y expresaron su preocupación a más largo plazo. Políticos tanto de la UE como del Reino Unido pusieron de manifiesto su deseo de forjar nuevos lazos después de la conclusión de un acuerdo que ha puesto fin a la mayoría de los programas interregionales y que no prevé ningún papel para las regiones en su evolución ni en la supervisión de su aplicación.

En la reunión del Grupo de Contacto entre el CDR y el Reino Unido celebrada el 11 de enero, políticos de ambas partes, incluida Danuta Hübner (PL/PPE), miembro del Grupo Director sobre el Brexit del Parlamento Europeo, señalaron que la acumulación de existencias, la COVID y la incertidumbre empresarial son motivos suficientes para no sacar conclusiones precipitadas basándose en los once días de intercambios comerciales —de volumen moderado pero relativamente tranquilos— transcurridos desde que el Reino Unido abandonó el mercado único de la UE. Entre las inquietudes a más largo plazo planteadas por los políticos de la Unión cabe destacar la protección de datos, la repercusión sobre las comunidades pesqueras de la UE y la relajación de las normas medioambientales en el Reino Unido.

Loïg Chesnais-Girard   (FR/PSE), presidente de la Región de Bretaña y presidente del Grupo de Contacto CDR-Reino Unido, afirmó: «Al menos, tenemos por fin un acuerdo y, de momento, no se ha producido ningún desastre, a juzgar por las noticias que me llegan de mis colegas del Grupo de Contacto y de los puertos, empresas y comunidades de mi región, Bretaña. No obstante, son solo los primeros días de una nueva relación y la situación actual sigue poniendo en riesgo los lazos de larga data y sumamente estrechos que existían entre los entes locales y regionales de ambos lados del Canal de la Mancha y del mar de Irlanda; por ello, es de esperar que vayan surgiendo numerosos problemas de índole práctica y política».

Añadió: «Desde el punto de vista político, temo que las revisiones quinquenales creen indefectiblemente un entorno de incertidumbre para ambas partes. También me preocupa mucho que el acuerdo planteado no ofrezca en este estadio salvaguardias ni perspectivas para una cooperación eficaz entre las regiones de la UE y el Reino Unido. Nuestro Grupo de Contacto debe trabajar para garantizar el establecimiento de vínculos nuevos, profundos y eficaces. Trataré de obtener garantías por parte del Sr. Barnier, negociador principal de la UE, y del Parlamento Europeo, de que las conversaciones en curso servirán para desarrollar la dimensión regional de esta importantísima relación».

Antje Grotheer (DE/PSE), vicepresidenta del Parlamento del Estado federado de Bremen, expresó su inquietud por el hecho de que «[el acuerdo] no contenga nada relacionado con la dimensión territorial de la relación futura» y destacó la necesidad de poner remedio a una situación en la que el CDR es «el único órgano de cooperación existente entre la UE y el Reino Unido a nivel territorial, sin que cuente con un reconocimiento formal de ninguna de estas funciones». A su juicio, las opciones podrían incluir la colaboración con la nueva Asamblea Parlamentaria de Asociación o con la plataforma de la sociedad civil, o la creación de un organismo específico para los entes locales y regionales.

La diputada al Parlamento Europeo, Sra. Hübner (PL/PPE), antigua comisaria europea de Desarrollo Regional, describió el Acuerdo de Comercio y Cooperación como un «esqueleto» o «andamiaje» e instó a los entes locales y regionales a ayudar a las empresas locales a entender los distintos obstáculos al comercio, como las licencias, los permisos, los certificados sanitarios y los formularios del impuesto sobre el valor añadido, que figuran en el texto del acuerdo. Gwendoline Delbos-Corfield (FR/Verdes), miembro del Grupo de Coordinación entre el Parlamento Europeo y el Reino Unido, afirmó que la «adecuación de los datos» —la puesta en común de datos y protección de datos personales— será un motivo de especial preocupación para el Parlamento Europeo durante un período de control que puede prolongarse hasta abril.

El acuerdo exige la aprobación del Parlamento Europeo.

Los políticos locales y regionales plantearon una serie de cuestiones que podrían revelarse como dificultades cuando el Parlamento Europeo evalúe el acuerdo. Michiel Rijsberman (NL/Renew Europe), miembro de la Asamblea Provincial de Flevoland, lamentó las concesiones en materia de pesca por parte de la UE, que restringirán el acceso de los pescadores neerlandeses a las aguas británicas y agravarán la que calificó de «desigualdad preexistente en las cuotas» en favor de los pescadores británicos. Una Power (IE/Verdes), miembro del Ejecutivo del Condado de Dún Laoghaire Rathdown, advirtió de que la reciente decisión del Gobierno del Reino Unido de autorizar un plaguicida prohibido en la UE podría tener «un impacto en el suelo y los cursos de agua del otro lado de la frontera».

Fabian Zuleeg , director del Centro de Política Europea, señaló que hay ámbitos en los que serán necesarias negociaciones ulteriores, otros «en los que existe muy poca seguridad [jurídica]» y «algunos ámbitos en los que habrá que crear más claridad». Además, manifestó su optimismo sobre un elemento fundamental del comercio, y afirmó que, a su juicio, «en el establecimiento de normas existen áreas en las que podemos seguir trabajando de común acuerdo con el Reino Unido». Sin embargo, se mostró más pesimista sobre algunos programas como Erasmus —el programa de intercambio de estudiantes— porque, en su opinión, en el Reino Unido no existe ninguna voluntad política de entablar dicha cooperación, y «de alguna manera, incluso se intenta impedir la participación de los entes locales y regionales». También puso en cuestión la posibilidad de que el Reino Unido esté dispuesto a pagar lo suficiente para que la participación en el programa científico Horizonte de la UE constituya «una propuesta razonable para ambas partes».

Erasmus y la cooperación científica son, junto con el reconocimiento de las cualificaciones profesionales, algunas de las principales pérdidas para los ciudadanos de la UE y del Reino Unido que se derivan del acuerdo, en opinión de los líderes regionales y locales tanto de la UE como del Reino Unido.

Otra pérdida que se abordó en la reunión fue la retirada del Reino Unido de una serie de programas de cooperación regional Interreg , con la notable excepción del programa PEACE entre Irlanda y Reino Unido. El programa PEACE se creó para apoyar el Acuerdo del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a casi tres décadas de violencia en Irlanda del Norte.

Kieran McCarthy (IE/AE), concejal de Cork, afirmó que las regiones del Reino Unido y de los países vecinos habían realizado un «trabajo muy destacado y habían sentado las bases» de Interreg. Ahora, con la retirada del Reino Unido, algunos programas llegarán a su fin. «Puede que veamos la botella medio vacía», dijo, «pero todavía hay una mitad llena». Recomendó que la UE elabore una estrategia macrorregional para el Mar del Norte a la que invite a sumarse a las regiones del Reino Unido y que los políticos británicos impulsen el mantenimiento de la legislación que permita la creación de agrupaciones europeas de cooperación territorial (AECT) en las que participen regiones del Reino Unido.

También forman parte del Grupo de Contacto los siguientes miembros del CDR: Ellen Nauta-Van Moorsel (NL/PPE), jefa de la delegación neerlandesa en el CDR y alcaldesa de Hof van Twente; Michael Murphy (IE/PPE), jefe de la delegación irlandesa en el CDR y miembro de la Asamblea del Condado de Tipperary; Ximo Puig i Ferrer (ES/PSE), presidente de la Comunidad Valenciana; Aleksandra Dulkiewicz (PL/PPE), alcaldesa de Gdańsk; Erik Flyvholm   (DK/Renew Europe), alcalde de Lemvig; Pehr Granfalk (SE/PPE), alcalde de Solna; Maria Gomes (PT/PSE), alcaldesa de Portimão;   Karl Vanlouwe (BE/Alianza Europea), miembro del Parlamento de Flandes; y Oldřich Vlasák (CZ/CRE), concejal de Hradec Králové.

El CDR creó el Grupo de Contacto CDR-Reino Unido en septiembre de 2020 ; el Grupo celebró su primera reunión con representantes del Reino Unido en noviembre de 2020 .

Los miembros del CDR que forman parte del Grupo de Contacto CDR-Reino Unido tienen un mandato fijo, mientras que los representantes británicos de los entes locales y los parlamentos y asambleas descentralizados se alternarán en función de los temas que se debatan en cada reunión.

En la reunión del 11 de enero de 2021 participaron representantes de Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte y Gibraltar. La Asociación de Administraciones Locales, que representa a los entes de Inglaterra, envió al presidente de su Grupo Operativo para la Salida de la UE, el concejal Kevin Bentley , y a Gillian Ford . Los dos son antiguos miembros del CDR. Mick Antoniw , miembro de la Asamblea de Gales y antiguo miembro del CDR, dio a conocer la perspectiva galesa, mientras que Steven Heddle , del Consejo de las Islas Orcadas, participó como representante de la Convención de Entes Locales Escoceses (COSLA por su sigla en inglés). Robert Burgess intervino por la Asociación de Administraciones Locales de Irlanda del Norte (NILGA por su sigla en inglés), mientras que el Parlamento de Gibraltar estuvo representado por Joseph García , viceministro principal del Gobierno de Gibraltar.

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